FEDERACION MEXICANA DE RADIOEXPERIMENTADORES, A.C.
Sociedad
Miembro de I.A.R.U.
Fundada en 1932
Boletín especial por su 80° aniversario
(Enero 10 de 2012)
Con el inicio del siglo XX, gracias a los experimentos de Marconi existe una efervescencia en todo el mundo por desarrollar una nueva tecnología: la radiocomunicación.
México no es la excepción.
El primer registro que se tiene de actividades de radioaficionados ocurre en 1918, cuando en la Escuela Nacional Preparatoria se crea un laboratorio en donde los estudiantes construyen sus equipos de radio.
Es en 1921 cuando la Dirección General de Telégrafos concede los primeros permisos para instalar estaciones radioeléctricas. Francisco Castro Herrera, Carlos González y Carlos Palomino obtuvieron los permisos para emplear una onda menor de 200 m; sólo Francisco Castro utiliza el distintivo AA.
Poco a poco esta práctica fue ganando adeptos, y al mismo tiempo se percibió la necesidad de crear organizaciones de radioaficionados.
En 1922 se funda en el Colegio Francés la Liga Nacional de Radio, con 46 socios. En 1923, la Liga crea sus estatutos y cambia su nombre a Liga Mexicana de Radio. En este mismo año se funda el Club Central Mexicano de Radio, en el Centro de Ingenieros. Poco tiempo después, la Liga Nacional y el Club Central se fusionan naciendo así la Liga Central Mexicana de Radio. Comienza la celebración de reuniones nacionales de radioaficionados y la edición de revistas.
La Liga Central evoluciona y de acuerdo a sus actividades en torno a la radiodifusión comercial se le considera como la antecesora de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión.
En noviembre de 1925, el periódico Excelsior crea su Departamento de Radio naciendo ahí la Unión de Radioexperimentadores Mexicanos, UREM.
La UREM se desintegró durante 1929; no obstante, varios de sus miembros solicitaron su afiliación a IARU y organizaron la Conferencia Nacional de Radioaficionados. De estas acciones, nace la Liga Mexicana de Radioexperimentadores.
El 17 de noviembre de 1931, se reúne un grupo de radioaficionados, la mayoría ex miembros de la LCMR y de la UREM, para crear un organismo que agrupe a todos los Radioexperimentadores de la República Mexicana.
El 10 de enero de 1932, en el marco de la Conferencia Nacional de Radioaficionados, nace la Liga Mexicana de Radioexperimentadores, LMRE. Su primera mesa directiva la conformaron:
FUNDADORES DE LA LIGA MEXICANA DE RADIO EXPERIMENTADORES, A.C 1932 HOY FMRE. A.C.
Presidente Fundador Julio Prieto Rodríguez X1AA
Suplente Manuel Medina Peralta X1N
Secretario Francisco Castro Herrera X1AX
Suplente Williams B. de Mello X1U
Tesorero José Ríos del Río X1AF
Suplente Pablo L. Rivas X1D
La naciente Liga contó con 30 radioaficionados afiliados y tuvo su primer domicilio social en la calle de Sinaloa 33, colonia Roma de la Ciudad de México y posteriormente se instala en Av. Juárez # 104, despacho 22. Su primer activo fue el apartado postal 907, cedido por Julio Prieto para comenzar a dar el servicio del QSL Buró. Asimismo, fue el mismo Julio Prieto quien acuñó el lema “Por la patria y la humanidad”. Posteriormente, se funda la revista “Onda Corta”.
Fue en ese mismo año de 1932 cuando se adoptó el actual escudo de la Liga, sirviendo como base para su diseño el escudo de la ARRL, el cual ha sido adoptado mundialmente por asociaciones y radioclubes.
Aquí inician los derroteros de la radioafición organizada en México.
La LMRE tuvo gran presencia ante las autoridades mexicanas, convirtiéndose en un organismo de consulta necesaria, participando en las redacciones de los distintos reglamentos federales, en la zonificación del país y en la conformación de las guías de estudios. El primer radio club afiliado a la Liga fue el Club de Radioexperimentadores de Saltillo. Le siguen Club de Radioexperimentadores de Monterrey, La Unión de Radioexperimentadores de la Laguna, el Radio Club de Durango, el Club de Radioexperimentadores de Yucatán, el Club de Radioexperimentadores de Occidente, el Club de Radioexperimentadores de Veracruz y la Unión de Radioaficionados de Tamaulipas, en 1934.
En 1937, la LMRE establece su estación oficial con el distintivo XE1CB. Para entonces, ya posee 305 afiliados.
En 1941, la estación oficial cambia su distintivo a XE1BN en memoria de Don Manuel de Velasco Almendaro, quien fue uno de los radioaficionados más estimados.
El 1° de diciembre de 1941, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gral. Maximino Ávila Camacho, acuerda la suspensión de operaciones las estaciones de aficionados por motivo de la participación mexicana en la II Guerra Mundial. Esta suspensión duró hasta el 5 de octubre de 1945.
En este período, la Liga no suspendió sus actividades, manteniendo unida en la medida de lo posible a la radioafición mexicana. Asimismo, muchos radioaficionados se integraron al servicio de defensa civil o a los cuerpos de transmisiones del Ejército impartiendo capacitación u operando estaciones militares.
En abril de 1946, la LMRE cambia sus oficinas a la calle de Lucerna # 1, domicilio en el que permanecería hasta 1952, cuando se mudó a Liverpool 195. Posteriormente, en 1962 regresaría a la calle de Sinaloa, en el número 9 5° piso.
En 1947, existían en la República un total de 27 radioclubes, todos ellos afiliados a la Liga.
Fue el 26 de abril de 1950 cuando se protocolizaron la mesa directiva y los estatutos de la Liga. Tengo en la mano el acta constitutiva original levantada por el notario público número 19, a instancias de los Sres. Julio Prieto Rodríguez, Francisco Castro Herrera, Juan Cross Buchanan, Juan Lobo y Lobo, entre otros
En 1953, la LMRE funda su nueva estación oficial, con el distintivo XE1LM, teniendo una línea completa de equipo Collins, donada por varios radioaficionados.
Durante las décadas de los años 40, 50 y 60, se genera en México una explosión por el uso de la radio, lo que permite obtener fácilmente equipos y antenas. La. Radioafición crece y le corresponde a la Liga Mexicana la dirección y difusión de esta actividad: Onda Corta alcanza tirajes de 5000 números mensuales y se le encuentra en Centro y Suramérica. También comienza a desarrollarse la cultura de apoyo a la población en situaciones de desastre.
En febrero de 1958 se produjo una huelga de telegrafistas que prácticamente paralizó al país. A través de la Liga Mexicana, los radioaficionados operaron los equipos de Telégrafos Nacionales, logrando reducir a un mínimo la interrupción del servicio y los perjuicios a los usuarios.
Esta explosión de actividades genera diversas situaciones. En octubre de 1959 habrían de sucederse una serie de hechos que tendrían como resultado una escisión entre los radioaficionados del país, que culminaría con el nacimiento de la Asociación de Radioaficionados de la República Mexicana, ARARM, en abril de 1960.
En 1962, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes autoriza a al LMRE, el ejercicio de la Red Nacional de Emergencia.
En 1963, a instancias de Andrés Ebergeny XE1LA, se inicia la entrega del Diploma Azteca, máximo reconocimiento a los radioaficionados Mexicanos.
En abril de 1964 se celebra en la Ciudad de México el Primer Congreso Panamericano de Radioaficionados, con delegados de todo el continente y en el cual se constituye la Región 2 de IARU. Su primer presidente fue el Sr. Antonio Pita XE1CCP.
En 1964 existían en el país un total de 1298 estaciones de aficionados.
En 1966, a instancias de todos su afiliados, la Liga adquiere a través de una hipoteca los departamentos 307 y 308 del flamante condominio ubicado en la Av. Molinos 51.
En esta etapa, destaca la participación de los radioaficionados mexicanos en diversas situaciones de emergencia nacional, siendo la más importante la actuación motivo de los sismos de septiembre de 1985. La LMRE coordina de manera eficiente las comunicaciones en las diversas bandas, y suple, durante los tres días posteriores al terremoto, la comunicación telefónica con la radiofónica permitiendo con ello establecer contacto con el exterior de la Cd. de México e incluyendo importantes comunicaciones oficiales entre funcionarios gubernamentales con carácter confidencial. Durante ese tiempo, los radioaficionados fueron el único medio de comunicación con la sociedad mundial.
Esta labor fue reconocida por el Presidente y por el Senado de la República.
A partir de este momento, las actividades de protección y de la Red Nacional de Emergencia son fundamentales para la Liga Mexicana.
El siguiente punto de inflexión para la Liga Mexicana ocurre el 8 de diciembre de 1988, cuando en el Auditorio del 3er. Piso de la Torre Latinoamericana, se celebra una Asamblea General Extraordinaria para modificar los estatutos de la Liga. En ese momento, se crea una estructura conformada por una asociación por cada estado de la República, lo que le permite formar parte de la Confederación Deportiva Mexicana, CODEME. En ese momento, nace la Federación Mexicana de Radioexperimentadores A.C.
En los últimos años, la vida de nuestra Federación ha sido muy contrastante. Por una parte, se ha trabajado intensamente en la búsqueda de la cohesión entre radioaficionados y en la mejora de nuestra práctica. Esta actividad, como es natural, ha producido problemas y sin sabores que han sembrado desinterés entre algún sector de los radioaficionados y dejado cicatrices que aún no sanan del todo.
Sin embargo, el saldo es positivo, la Federación trabaja junto con sus asociaciones estatales, radioclubes y de sus radioaficionados y miembros afiliados. Hay presencia de ella en toda la República Mexicana y con nuestros hermanos que viven allende las fronteras. Se mantiene la divulgación de nuestras actividades por medio de la revista Onda Corta, de los boletines dominicales, de su presencia en internet y en las redes sociales.
La FMRE participa con las autoridades federales a través de convenios formales. Todos los días, sin falta, la Red Nacional de Emergencia realiza sus prácticas. El QSL buró cumple con la confirmación de los comunicados que ustedes colegas realizan, y con muchos esfuerzos, pero nos reunimos año con año en nuestras convenciones nacionales.
A lo largo de 80 años la Liga y la Federación han sido testigo de la intensa actividad de los radioaficionados mexicanos, ya sea en lo individual y en equipo. Grandes radioclubes han sido los protagonistas, y seguramente todos hemos conocido a un gran radioaficionado mentor generoso que nos participa de su experiencia.
A todos ustedes que siguen con nosotros, o a los que recordamos porque ya partieron, les hacemos un homenaje, porque son los verdaderos héroes de la historia.
Han sido, al día de hoy, 26 mesas directivas las que han guiado a la Liga, hoy Federación. En particular, la actual que me honro en presidir se siente muy orgullosa por tener el privilegio de representar a una comunidad que se basa en el estudio y avance personal y científico, para apoyar a la sociedad cuando debe se le requiere.
Toda esta labor merece preservarse y continuarse. Por este motivo, durante este año, reditaremos la obra de Don Pablo A. Mooser XE1SR, Breve Historia de la Radioafición Mexicana, de donde se han tomado los elementos que relatamos hoy, y les convocamos a que nos ayuden a escribir otra obra con lo acontecido a partir de 1983, fecha en que concluye la obra de Pablo.
Los retos al futuro son impresionantes, pero mientras exista una persona con curiosidad por aprender, existirá la radioafición. Por este motivo, la tarea es, en esencia sencilla: colegas, hagamos radio, utilicemos nuestras frecuencias en cualesquiera de los modos permitidos y formemos nuevos radioaficionados, sigamos haciendo experimentos, recordemos que el mundo tiene color gracias a un radioaficionado mexicano, y recordemos también la satisfacción sentida cuando hemos podido servir en casos de emergencia. Hagamos esto sin mayor interés que la búsqueda del progreso del país.
Las trincheras son muchas, por eso todos tenemos un espacio para proyectarnos al futuro.
Si hacemos lo que sabemos, no tengo duda que los siguientes 80 años serán fabulosos para la radioafición mexicana.
Por lo anterior, muchas gracias a los radioaficionados mexicanos, radioclubes, asociaciones estatales, miembros y amigos por hacer posible esta aventura.
“Por la Patria y la Humanidad”
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Caracas, 10 de enero de 2012
Señor Don Víctor Damián Pinilla Morán Presidente Federación Mexicana de Radio Experimentadores México DF
Apreciado amigo:
Es para mi un honor dirigirme a usted y por su intermedio a los radioaficionados mexicanos en la ocasión de la celebración del octogésimo aniversario de la fundación de la Liga Mexicana de Radio Experimentadores, hoy FMRE.
Los radioaficionados mexicanos cobijados por su alma mater han realizado acciones muy significativa en el progreso de nuestro servicio como lo demuestra el número cada día más grande de radioaficionados XE en los concursos internacionales tanto de HF como de VHF. La promoción y el uso de los satelites y la ya también arraigada Red de Emergencia.
No puedo dejar de mencionar que fue en la reunión hospedada por la FMRE en Ciudad de México el 16 de abril de 1964 que tuvo lugar la fundación de la Región 2 eligiendose como primer presidente al recordado Antonio Pita XE1CCP.
Valga esta oportunidad para expresarle en mi nombre y en el de los miembros del Comité Ejecutivo que me honro en presidir, nuestras más calidas felicitaciones en este aniversario con la seguridad de que la FMRE y sus miembros continuarán escribiendo páginas importantes para el servicio de radioaficionados.
Un afectuoso saludo,
Reinaldo Leandro, YV5AM
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